Dicen que el emperador mongol del siglo XII, Genghis Khan, conocido por su gran ingenio militar y su técnica en caballería, fue uno de los primeros que pensó en proteger las uñas de las patas de los caballos denominados cascos. La idea era que resistieran más en las largas rutas y movilización de las tropas.
Por esto, para proteger las uñas de los caballos, creó una especie de copa hecha de piel cruda seca, que era dura y resistente al desgaste. Estos son los inicios de un personaje muy importante para los caballos y los centros ecuestres, el herrador.
A pesar que las técnicas y los materiales han cambiado, la esencia del trabajo sigue siendo la misma, un trabajo manual y artesanal al que cada herrador da su toque personal.
Actualmente esta protección del caballo se realiza con una herradura fabricada en hierro o aluminio. La edad para empezar a herrarlos es aproximadamente a los tres años, pero antes hay que empezar a aplomar, limar y recortar el casco.
De esta forma, cuando el caballo ya llega a los tres años, tendrá casi un número fijo de talla (como la de los zapatos de las personas) para el resto de su vida.
Pensar que las herraduras son las zapatillas con las que los caballos cabalgan por nuestra hípica.
Por norma general, los caballos se deben herrar cada 7 semanas. El primer paso en el proceso de herraje, es retirar la herradura vieja. A continuación, se recorta y lima el crecimiento de la pezuña o la parte de “suela muerta”, y con una escofina se da forma y nivela, adaptándolo a la pisada del equino. Después se forja la forma de la herradura y coloca perfectamente ajustada a su casco.
En Champion Horse, también tenemos unos profesionales muy preparados en esta tarea tan fundamental para nuestros caballos. Siempre están vigilantes y preparados para atender cualquier necesidad de los animales o consultas de los jinetes.
Cuando queráis, os podéis acercar a conocer este oficio muy interesante.